El texto dialogado es el recurso mediante el que dos o más interlocutores manifiestan su carácter y establecen una relación comunicativa. En esta modalidad textual es tan importante la función del emisor como la del receptor, ya que se intercambian el turno de palabra. La finalidad de ambos es que la información se transfiera correctamente, por lo que la función predominante es la fática. Pero también son características del diálogo las funciones expresiva, para expresar sentimientos o pensamientos, y apelativa, para captar la atención del otro. El texto dialogado puede presentarse en estilo directo, si los personajes se expresan abiertamente sin la intervención del narrador (se indica mediante el uso de guiones), y en estilo indirecto, el narrador reproduce con sus propias palabras la voz de los personajes empleando para ello oraciones subordinadas (Dijo que me llamaría).
El diálogo potencia el dinamismo de lo narrado, ya que convierte al lector en "testigo presencial", acercándolo aún más a la acción. Esta peculiaridad determina los rasgos lingüísticos del texto dialogado:
- Rasgos morfológicos y sintácticos: predominio de verbos declarativos (decir, responder, preguntar); empleo de estructuras sintácticas ni excesivamente largas, que podrían romper la fuerza expresiva, ni demasiado breves, que podrían provocar un diálogo inexpresivo; uso de oraciones compuestas subordinadas, especialmente en el diálogo en estilo indirecto.
- Rasgos textuales: presencia de elementos deícticos (Allí vive); uso de recursos retóricos como la elipsis, la hipérbole o la metáfora (Algunos dijeron hola, pero otros nada).
En el siguiente fragmento podemos apreciar algunas características del texto dialogado:
-¡Tristán le dijo que yo era un estudiante de arte que estaba haciendo una tesis sobre Chatagnier!-Violeta acabó la parrafada estrangulándose de risa.
-¿Y no notarán que no tienes ni idea?-le solté venenoso.
Violeta me atizó un mochilazo que casi me tumba.
-Claro que no, memo, ¡tengo idea!-escupió mientras blanceaba su mochila para volver a arrearme.
Carlos Romeu, Tristán en París, Ediciones SM.
- Estilo indirecto introducido por una oración subordinada.
- Registro informal que refleja la edad adolescente de los personajes.
- Estilo directo, intervención directa del personaje.
- Empleo de verbos declarativos.
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